lunes, 16 de noviembre de 2009

Irrealidad.- Diálogo Moderno

Izquierdo y Derecho (con sus respectivas etiquetas al cuello) acaban de despertar de la siesta.

Derecho: Hace calor.

Izquiero: No, frío.

Derecho: ¿Entonces esto es el frío?

Izquierdo: ¿Café?

Derecho: ¿En el centro?

Izquierdo: ¡Cigarrillos!


Noche cerrada en el centro de la ciudad, cafetería poblada, árboles y mesas con sombrillas, Izquierdo y Derecho, tomando asiento y siendo observados por el resto de los comensales (muertos).


Izquierdo: Chocolate caliente.

Derecho: Chocolate caliente.

Mesero: ¿Hirviendo?

Derecho e Izquierdo: Chocolate caliente.

Derecho: ¡Oh ciudad de los gitanos!

Izquierdo (al público): Lorca nos acompaña esta noche.

Derecho (también al público): Lo elegí con mucho cuidado, hoy es tema la revolución.

"Aplauso"

El fondo cambia un poco, ahora el resto de los comensales truenan los dedos a un ritmo jazzesco, las luces bajan, se prende un letrero fluorescente al fondo "MÚSICA Y REVOLUCIÓN".

Derecho intenta encender un cigarrillo contra el viento, mientras Izquierdo saca algunos libros de su mochila, perdidos aún en el sonido de la noche, y los comensales (muertos todavía) siguen chasqueando los dedos sin mirarles, abstraídos, si es que se puede.

La luz cae sobre derecho, está sólo con el ritmo.


Derecho: Algo en tu mochila.

Izquierdo: Es poesía.

Derecho: ¿Lorca?

Izquierdo: Después.

Derecho: Si no es Lorca ¿cómo seguiremos esta noche?

Izquierdo: Mira (arroja el libro sobre la mesa, el mesero llega con chocolate hirviente, las dos lo miran y niegan con cansancio sonriendo débilmente)

Derecho: Página.

Izquierdo: ¿Importa?

Derecho: Número al menos.

Izquiredo: Sesenta.

Derecho: Sesenta, sesenta, sesentas...

Izquierdo: Soy yo, eres tú, somos todos… cualquier persona decente duda. Tanto hemos sido dichos unos locos por creer que en otoño las hojas danzan un ritmito pegajoso con coreografía que recuerda al clown y contamos con al menos dos testigos cuyas declaraciones van en el mismo sentido… pero no vayamos con formalidades triviales de acreditación.

Derecho lo observa sin verlo, sorbe el chocolate, enciende el cigarrillo. Le ofrece uno a Izquierdo que acepta y sigue:

Izquierdo: Hubo días en que nos unimos en una misma raza cuestionadora y la música, espejo trunco de la sociedad, reflejó esta búsqueda en varios sentidos; pero dejemos de lado lo terrenal y, digamos, que los pensadores eran de por sí alucinógenos.

Derecho parece prestarle atención.

Izquierdo: Varias bandas siguieron este camino. La realidad proyectada en varios álbumes alude a un remolino de colores, como esos que se hacen cuando el día está gris.

Derecho: Cuando el día está gris…

Izquierdo (cantando): Picture yourself in a boat on a river, with tangerine trees and marmalade skies.

Derecho (también cantando): Cellophane flowers of yellow and green, towering over your head...

Izquierdo: Cuando John Lennon trató de justificar la coincidencia entre LSD y Lucy in the Sky with Diamonds, parte del álbum rompe esquemas que fue Sgt. Pepper, olvidó un par de cosas: La primera es que dejando de lado los prejuicios de la sociedad que contemplaban sus ropas, sus ideas fuera de y su estado de rock star, la misma canción lo delataba en el uso de…

Izquierdo: La segunda es que no importaba qué diablos dijera (Satanás, Lucifer, Tezclatlipoca) cada uno de sus admiradores iba a entender aquello, incapaz de reproducirlo, pero en la misma sintonía, fuera el mismo asiduo o no a esos métodos de exploración metafísica. Todavía hoy, sabemos a qué se refiere.

Derecho: Cierra la boca Lennon y déjanos escuchar sobre la mujer de ojos caleidoscópicos.

Izquierdo (cantando): Soon, oh soon the light… pass within and soothe this endless night.

Derecho: ¿Sí?

Izquierdo: Yes, un Yes soñador nos canta el amanecer.

Derecho: Túnicas y flores.

Izquierdo: En efecto, también el “amor y paz” cantaba por una irrealidad; por la utopía. El pacifismo mostrado en la mayoría de los movimientos que comenzaron en los sesentas y cuyo idealismo pudo reproducirse aun en los setentas, en cuanto a música y otras artes, es una muestra más de lo fuera de la realidad que nos encontrábamos (como humanidad) y los esfuerzos de reproducirlo en la extravagancia de cierto rock.

Derecho: Y la psicodelia…

Izquierdo: Sería un delirio. Después.

Izquierdo: Digamos, Zeppelin, cuya guitarra se compite en casi toda canción el número uno con la voz… y cuyos lyrics pueden ir de… (derecho ríe) al down by the seaside.

Derecho: ¿Así como así dejó de cuestionarse la realidad?

Izquierdo: En un escenario de luces fluorescentes con el que algunos sólo podremos soñar se desarrollaba la síntesis entre el pensamiento irreal y la música. ¿Así como así dejó de cuestionarse la realidad?

Derecho: ¿Realidad has dicho? ¿Realidad como la de los papeles legales y el mundo que todos conocemos? ¿...y las mariposas amarillas que inundaban ayer mi cuarto qué?

Izquierdo: Eso mismo, mariposas…de esa realidad hablamos…

Derecho: Más que mariposas, hormigas que me han dejado sin nada en el cuarto…y yo sin saber si Carpentier, si Asturias o, si Gabo…

Izquierdo: ¡Oh si, Gabo!

Derecho: Lo mismo que Rulfo…para México al menos, aferrémonos a esto, de otra forma sólo nos quedaría Esquivel y me lo pienso seriamente…

Izquierdo: ¡Pero eso es Realismo mágico!

Derecho: ¿Y no es a final de cuentas y hablando de revolución lo mismo?

Izquierdo sonríe ampliamente y asiente.

Derecho: El punto no es saber dónde nació el Realismo mágico, porque bien podría haber surgido de ver a Remedios la Bella tomando un baño, o de comer codornices en salsa de rosas…

Izquierdo: El último chile en nogada al fin y al cabo…

Derecho: El último (levanta su chocolate caliente para brindar, brindan ante la mirada mortecina de los otros, que siguen chasqueando los dedos sin remedio)…o porqué no, de venir a buscar a mi padre que ha muerto y, curiosidad…

Izquierdo: ¿También estás muerto?

Derecho: Algo hay de eso…aquí no importa quién o cómo elaboró el Realismo Mágico, importa saber para qué surgió este movimiento, ¿para qué?

Izquierdo: ¡Simple! Para manifestar la revolución hispanoamericana al contraste de los mundos con los que la comparaban…

Derecho sorbe su chocolate y apaga la colilla, Izquierdo bosteza y mira al cielo.

Derecho: Acá, en el nuevo continente, la superstición, la magia, lo ilógico y lo sorprendente está día a día, en cada esquina, en una taza de café y en una hoja de papel en blanco.

Izquierdo: Es chocolate caliente.

Derecho: ¡Lo mismo! si todo es así, si América es así, entonces comenzamos la revolución de los sesentas en papeles, en familia, en una eterna espiral que se llama siempre igual…nuestros autores renovaron lo que tenían y quisieron, poniéndolo todo en la misma olla.

Izquierdo: ¿Consomé?

Derecho: ¡Caldo qué!

La noche se vuelve densa y las mariposas les rodean.

Izquierdo: Entre mariposas amarillas, entre aceites que brotan de un cráneo como perfume de vida, nosotros revolucionamos la forma de ver las cosas, la forma de sentir y de pensar, la forma de ver y de hacer.

Derecho: Y creían que Lennon estaba solo con su chica de ojos caleidoscópicos…

Izquierdo: ¿No más palabras vanas?

Derecho: ¿Para qué eso si podemos ver a las hormigas que arrastran un cuerpo? Realismo mágico es sorpresa, irracionalidad en lo más real y palpable que tenemos…

Izquierdo: Vida…

Derecho: Y literatura.

Izquierdo: Let me take you down…

Derecho: ‘Cause I’m going to Strawberry Fields.

Y así concluyó el día en que los Cronopios creyeron, bastante orgullosos de sí mismos, haber alcanzado una verdad.