lunes, 27 de julio de 2009

Ritual: Técnicas de Estudio

El alumno promedio, o el promedio de los alumnos, tienden a buscarse un método de estudio efectivo, ameno e interesante, lo que es desde principio algo demasiado difícil de encontrar; cuántos de los alumnos tienen el hábito de estudiar día a día al menos una hora, ni cómo saberlo, pero sin duda alguna serán tan pocos como lectores hay en nuestro país.

Se nos ha dicho desde nuestros primeros años en la escuela que el estudio es la forma de alcanzar el éxito, o al menos, de tener una buena calificación en las evaluaciones. También se nos ha proveído de un par de técnicas que pocas veces ponemos en práctica pero que todos conocemos al punto. Incluso las más mencionadas tienen sus fallas, como podrían tener sus puntos buenos.

Con el objetivo de tocar las más memorables, realizamos una lista corta basados en testimonios de cinco de la mañana, con el fin de hacerlos verídicos y honestos.


-Relaciona esto con aquello.


Nos dicta a relacionar lo que está tratando de aprenderse con algo distinto, ajeno, lejano al tema académico, como una vaca pastando, imagen que sin duda es más frecuente que la de algún término en latín o una fórmula especialmente complicada. Así, cuando queremos recordar frente al escritorio, con la mente en blanco y el lápiz en la mano, cuando tratamos de convencernos de que es más importante el examen frente a nosotros que la ardillita al otro lado de la puerta, pensamos en una vaca pastando. Voilà, tenemos cinco tipos penales que nos las arreglamos para relacionar con el verde del pasto, las manchas negras de la vaca y la mirada asesina mientras mastica y traga (una relación sencilla).

Claro que siendo esto una trampa al cerebro, insulto a la inteligencia como algunos le dicen, tiene sus fallas. Primero, es posible que recordemos más a la vaca pastando que en sí a lo que se relaciona con ella y lleguemos a extremos en verdad desagradables para el profesor promedio (divertidos para el profesor cronopio) de encontrarse con respuestas correctas que más bien parecen absurdas como “Era algo en relación con la dicotomía en las manchas de una vaca”. Ha ocurrido incluso que se tome a ofensa personal (véanse los profesores que no se sienten a gusto con el término “vaca”) y no a una respuesta correcta puesta en una especie de metáfora fallida. Recomendamos ampliamente no se utilice la imagen de la vaca pastando por más familiar que sea a la mente estudiantil actual.


-“Estoy haciendo un acordeón, pero no lo voy a sacar”


El clásico acordeón: una lista de conceptos breves, sencillos y lo suficientemente pequeño para ocultarse en cualquier sitio, lamentablemente no en el cerebro del alumno, donde tuviera mejor empleo. Y desde luego, si este acordeón saliera a la vista dejaría de ser una técnica de estudio. Aun así, las personas que recurren a este método, lo hacen con letra pequeña, en un diseño práctico como para sacarlo a la hora del examen... sin hacerlo. El acordeón guardado en el examen, es lo que podría denominarse el placebo de las técnicas de estudio. Aunque no debemos olvidar al alumno en la situación contraria, siempre presente, que se levanta de pronto de su asiento. “¡Se me perdió!” y vaya que sabemos a qué se refiere.


-Encierro bibliotecario


El encierro bibliotecario es quizá la más efectiva técnica de estudio. Tres días antes, el alumno se encierra en la biblioteca a piedra y lodo, saliendo para lo más básico: comer, dormir, usar el baño y claro, chelear. Cosas realmente básicas se emplean en este método, incluyendo otras técnicas; la memorización, la relación de conceptos con cosas amenas, y el recurrente: “Tengo buena memoria” y “Va a estar papa” para evitar la ansiedad y ocasionar que el bibliotecario nos mire con una curiosidad bien fundada.

Pero como se ha dicho, tiene sus fallas. La más frecuente es la ceguera; después de un estudio arduo de días y la mente que ya no le cabe ni un dato más, salimos al mundo que sigue sus horas como si qué. Nos deslumbra el sol y ahí tenemos: ceguera y un examen diseñado para ser contestado en sistema braile que le quitó horas a la secretaria del profesor, aspecto que sin duda afectará nuestra calificación, que a final de cuentas es lo más importante en todo el mundo (Perdonen la frase anterior, alguien accedió a nuestro sistema).

Otra de las fallas de este método, no menos importante, puede ser la pérdida de la noción del tiempo, víctima de la costumbre al lento transcurrir entre textos de Borges, Microbiología, Química y Álgebra, el alumno sale al mundo exterior para no saber si es jueves, domingo, día de muertos o 1994 y acaban de asesinar a Colosio o a Selena; peor aún, puede creer que es el 2012 y los mayas no estaban equivocados (sí, lo que viene ahí es una ola gigante).



He aquí, una lista modesta de técnicas de estudio ¿es esto un código o una regla? Es una conclusión estrecha, primera, con intenciones de ser modificada con regularidad para que conserve su vigencia. En realidad estamos siempre en las mismas, la suerte nos acompaña, la memoria funcionará si le ponemos empeño y tenemos el “Trabajo mejor bajo presión” para justificar nuestra falta de responsabilidad que generalmente se resume en una pregunta: ¿vale la pena estresarnos por algo que tal vez salga mejor de un golpe? Lo vale, pero… Pero. Y ahí está la razón.

Ahora bien, somos conscientes de que no son todas las técnicas y que existen otras como: hacer mapas conceptuales, leer todo en voz alta una y otra vez, ponerse el libro sobre la cabeza en un intento desesperado de ósmosis, etc; es por eso que…

Cronopio solicita su ayuda para localizar la técnica de estudio más adecuada, sus características son:

-Un poco de alcohol.

-Un mucho de música.

-Un demasiado de aire libre.

Fue vista por última vez en las inmediaciones de lo desconocido, vistiendo de azul y llevando bajo el brazo un ejemplar de Álgebra de Baldor, el segundo tomo de la Historia Mundial y parte del Cantar de cantares. Si alguien allá afuera conoce, ve o a empleado esta técnica de estudio, le pedimos nos proporcione su paradero.

Atte. P.L.C.R.C. (Personal Limitado de Cronopio Región Cuatro)